miércoles, 5 de enero de 2011

Restaurant El Torreó de l'Indià




Restaurant El Torreó de l'Indià, 29 septiembre de 2010

La verdad es que llegar al Hotel Villa Retiro es todo un espectáculo, por el paisaje y el entorno, así como pasear por el pueblecito de Xerta y alegrarse la retina con las curvas del río Ebro. El espectáculo continua con la llegada al hotel Villa Retiro ***** catalogado como edificio de interés arquitectónico, medio escondido entre una “selva” por momentos tropical, que oculta parcialmente su estilo modernista .


A pocos metros del Hotel, encontramos el edificio en el cuál se ubica el restaurante, construido sobre las antiguas dependencias de los trabajadores del indiano Jaume Martí, conserva elementos y detalles originales de su construcción en el año 1882.


El Torreó de l'Indià, está compuesto por el comedor principal dedicado al servicio de carta. Dos salones totalmente independientes y otro edificio de reciente construcción con capacidad para 500 personas, destinado a grandes banquetes completan la oferta de este singular espacio.




La recepción, muy atenta y agradable. Se nos acompaño prácticamente desde los jardines de acceso hasta la sala del restaurante, de decoración rustica salpicada de detalles coloniales que se integra perfectamente en el edificio y entorno. Una amplia cristalera permite observar la cocina.







La oferta culinaria, basada en la carta se complementa con un menú degustación (58 €), un menú basado en el arroz (45 €) y un menú ejecutivo (35 €).




Bodega y demás

En este apartado El Torreo de l’Indià ofrece una Interesante carta de vinos y aguas.
Ilercavonia 2009 Blanco joven, 100% Garnacha blanca. 13,5 % vol. D.O. Terra Alta. Bodega Altavins Viticultors. 20 €. Amarillo dorado, destellos oro nuevo. Nariz intensa, recuerdos a hierba cortada, flor de manzanilla, puntas cítricas. En boca, amplitud, equilibrio y se hace notar su grado alcohólico. Un vino interesante. 
VilaJüiga, gas natural suave. 2 €. Interesante agua, muy equilibrada en sales y con un ligero punto carbónico.





Pan. Excelente servicio de panes; rústico, aceitunas, nueces y mantequilla.
Aceite. Servido en unas pequeñas botellitas individuales, no nos convenció el formato para este tipo de establecimiento. Un aceite correcto acompañado también por un surtido de sales de cítricos, pimienta, especias y flor de sal, procedentes de las salinas de La Trinidad, en Sant Carles de la Ràpita.



Aperitivos



Brie, tomate, virutas de espárrago y crujiente de parmesano. Mezcla de sabores conocidos potenciados por un ligero toque de calor. Un aperitivo sencillo y agradable.


Mini hamburguesa, muy bien condimentada y aderezada con la mostaza. Acompañada de un briox, cebolla caramelizada, una hojas de lechuga y un crujiente de patata violeta. No nos convenció ni la presentación ni el formato del brioche.

Primeros

Arroz de bogavante y vieiras. Un arroz cremoso, intenso, sabor del bogavante muy marcado. Perfecta cocción para la carne las pinzas del bogavante y las vieiras. Terminaban el plato un pétalo de tomate confitado y unos brotes de albahaca. Una delicia de arroz


Huevo con trufa. Huevo de pato cocido al vapor sobre una crema de patata aromatizada con una punta de ajo y aceite de trufa. Acompañando al plato, trufa de verano, foie, jugo de carne, un cilindro de patata frita y un brote de pepino. Ejecución perfecta para una combinación de sabores y complementariedad que podríamos calificar como clásica y que generalmente nunca falla.

Segundos


Rape. Colitas de rape, hígado de rape marinado, puré de remolacha con toques anisados, espuma de cebolla caramelizada, chips de ajo y perejil y un cordón de salsa marinera. El plato llego ligeramente frío, cada ingrediente por separado estaba perfectamente elaborado, cocción muy correcta del rape. A nivel de gustos personales no encontramos la cohesión y armonía entre todos sus componentes.




Atrevimiento. Riñones de cordero, buñuelos de sesos, alcachofas glaseadas, y caracoles sobre un sofrito de tomate y salsa de especias. Unos crujientes de yuca y boniato terminaban el plato. Realmente una elaboración arriesgada que no será del agrado de muchos comensales no habituados a la casquería. Un plato redondo que al contrario del rape presentaba un conjunto muy integrado.

Postres



La dama blanca, Crema fría de higos Coll de Dama, sorbete de mistela, galleta de miel y “brossat” (requesón), crujiente de pistachos. Unos frutos rojos aportan la acidez necesaria al plato y unas hojas de menta el punto de frescura necesaria.
Un postre de temporada muy delicado y con sabores marcados. No siempre es fácil salir de las clásicas combinaciones del higo con acierto pero en este caso esta bordada. El segundo postre de higos que pruebo con una semana de diferencia y que quedará para el recuerdo.



Torreón de chocolate. En la base del postre un bizcocho, sobre él, “gianduja” (pasta de avellanas + chocolate), mousse de chocolate negro y crema de chocolate con leche, acompañado por un helado de chocolate blanco que descansa sobre un bizcocho de harina de algarrobo.
Un postre con presentación clásica que no decepcionará a los amantes del chocolate

Postres fuera de menú



Raviolis de melocotón, 11 €.  Raviolis de melocotón rellenos de Mouse de yogurt, helado de te, falsa canela (canutillo de pasta filo) y mousse de moras. Terminaban el plato unos dados de melocotón y una gelatina de María Luisa.
En la carta se les anunciaba como raviolis de mango pero por estar en temporada el mango se sustituyó por el melocotón. Este carecía de sabor y estaba quemado durante el proceso de recogida lo que hace que la carne se fragmente y tenga una textura arenosa. Los sabores en el plato resultaban dispares, supongo que con el mango el plato expresaría todo el sabor floral y tropical esta fruta. Una decepción


Almendro, 11 €
El almendro a pesar de su nombre no lleva almendras en sentido literal. Una estructura de chocolate y una masa tipo tulipa con cacao y chocolate hacen de tronco, a mi parecer demasiado gruesa y con la función de tronco. encierra en su interior un excelente mousse de praliné de almendras que recuerda inevitablemente al turrón.
Como podréis apreciar en las fotos el tronco del almendro es realmente grande y hace que lo que se ofrece ocupe todo el plato. Lo grande del postre lo termina haciendo basto. A pesar de ello la combinación de sabores y texturas hace que este plato se quede en el recuerdo.


Un café, invitación de la casa y unos correctos petit fours fueron el final de una excelente degustación.


Conclusiones.

Un entorno majestuoso, con una decoración acertada sirven como marco para una cocina más que interesante que presentó algún que otro altibajo desde nuestro punto de vista.
El menú se abría con un tataki de atún, ya que no somos muy amantes de los pescados con un punto crudo, solicitamos cambiarlo por el plato de arroz, a lo que no hubo ningún problema. Encontramos más interesante ver una elaboración de arroz, que degustar un plato que no lleva prácticamente cocción. Raciones abundantes que se adecuan a un entorno campestre…

La Sala, tuvo también sus altibajos, intuimos que no esperaban clientela ese día. Una atención al cliente con altibajos, que contrastaba entre la recepción del hotel y el nerviosismo del jefe de sala, que por momentos perturbaba la paz del lugar…

Menú degustación: 58 €
Total de la factura (2 comensales): 172,80 € con dos postres extra.
Precio por persona: 86,40€
Carrer dels Molins, 2 - 43592 Xerta (Tarragona)
Tel. 977 473 810