Restaurante Alejandro, Roquetas de Mar (Almería), 5 de agosto de 2010
Parece ser que los inspectores de la guía roja sufren de una pronunciada “morriña” cuando se trata de visitar restaurantes pasada la altura de la capital del reino, para que bajar más hacia el sur, hace demasiado calor. Olvidar el sur es olvidar una imponente costa y la cuna de una de las cocinas más ricas y antiguas de la península. Tampoco me olvido de citar a Portugal, aunque no viene a cuento, pero es otro de los países descuidados por la marca de neumáticos.
El caso es que Roquetas de mar, a pocos kilómetros de la capital almeriense, tiene entre sus pequeñas joyas el Restaurante Alejandro, recientemente distinguido con una estrella michelin. Por lo visto se han decido a inspeccionar por allí. Menos mal.
Alejandro, restaurante y cocinero se dan al mar, al pequeño puerto pesquero de Roquetas. Como ya he dicho desde el restaurante casi se puede saltar al agua, y su cocina es un reflejo de ello. Se me olvidaba por si alguien no se percató el chef se llama Alejandro, Sánchez.
El local de corte moderno y elegante, muy amplio, bien distribuido. Tras pasar la recepción y sala de espera el espacio del restaurante se divide en la sala principal y otra un poco más pequeña destinada a fumadores. La cocina, acristalada casi en su totalidad permite ver el ir y venir de Alejandro y su equipo desde las cómodas mesas. Vajilla, cristalería, mantelería y menaje a la altura de las circunstancias.
Recepción correcta y atenta, pedimos un cambio de mesa para situarnos junto a la cocina, frente a lo cuál no hubo ningún problema.
Tras solicitarnos los vinos de aperitivo, Alejandro se personó en la mesa para informarnos y asesorarnos sobre su cocina.
La oferta se compone además de la carta tradicional de tres menús.
Menú Express, 29,90 €. Compuesto por: primero, pescado, carne, postre. Pan, snacks, aperitivo, y petit fours incluidos.
Menú degustación, 40 €. Una tapa, dos entradas, pescado, carne y postre. Pan, snacks, aperitivo, y petit fours incluidos.
Menú degustación marisco, 60 €. Cuatro entradas, dos pases de marisco del día, pescado, carne y postre. Pan, snacks, aperitivo, y petit fours incluidos.
Nos decidimos por el Menú degustación marisco:
Aperitivos
Regañas con salmorejo, tortilla de camarón, chicharrón de bacalao y bocadillo de jamón
Sopa de patata con arenque y tomate seco
Degustaciones
Ostra con ceviche de ruibarbo
Sardina marinada con ajoblanco y uvas
Canelón de trufa de verano con puntilla salteada
Menestra de verduras con almejas
Gamba blanca
Gamba roja
Galanes
Solomillo Wellington al revés.
Postres
Piedra del desierto.
Postres a la carta
Arroz con leche de coco, melocotón estofado y fresa, 8 €
Mouse de galletas, espuma de chocolate caliente y vainilla, 8 €
Bizcocho de pistacho, sopa de chocolate blanco y aire de naranja, 8 €
“Xocolatl”, recuerdos de Méjico, 8 €
Bodega y demás.
Durante la cena disfrutamos de estos dos vinos:
Paco & Lola, Albariño 2009. D.O. Rias Baixas. 13 % vol, Vitivinícola Arousana. 22 €. Amarillo pajizo, destellos verdosos, muy vivo. En nariz intensos recuerdos frutales, pera muy maduras con un fondo herbáceo y matices cítricos. En boca ligeramente ácido, amplio, bastante equilibrado. Postgusto intenso. En retronasal confirma la fruta. Excelente. Un vino de curiosa presentación como el resto de los elaborados por la bodega.
Os dejo la web, es interesante visitarla. www.pacolola.com.
Enate Chardonnay 234 2008. D.O. Somontano. 13,5% Vol. Bodegas Enate. 21 €.
Amarillo pálido, reflejos anacarados. Nariz muy frutal e intensa con un amplio abanico de frutas exóticas. Notas de laurel, fondo mineral. En boca amplio, graso, muy goloso. En retronasal una vez más la fruta. Un gran vino que demuestra lo que se puede conseguir de esta variedad sin paso por barrica.
San Pellegrino. Agua mineral con gas. 3 €
Bezoya 1 l. Agua mineral. 3.50 €
El pan. Muy contundente y compacto estilo pueblo, el primer servicio que se nos realizó estaba excesivamente horneado, la corteza demasiado gruesa y dura. Los siguientes servicios fueron perfectos. Acompañaban al pan dos aceites, uno elaborado con aceituna Picual, intenso, agresivo, ácido y otro de arbequina muy frutal aromático y equilibrado.
Aperitivos.
Kir Royal. Obsequio de la casa.
Cava Juve y Camps Milesimé 2006. Obsequio de la casa. Un excelente espumoso elaborado íntegramente con la variedad Chardonnay y 24 meses de crianza en botella. Obsequio de la casa.
Regañás con salmorejo. Excelente salmorejo acompañado de este pan plano tradicional de Andalucía que acompaña a muchos aperitivos, entre ellos el jamón. Foto arriba a la izquierda, bol cuadrado.
Tres aperitivos, servidos en el plato de pizarra.
Tortilla de camarón, crujientes y deliciosas
Chicharrón de bacalao. La tripa del bacalao, crujiente, perfectamente hinchada, para nada grasa y aromatizada con unos toques cítricos.
Bocadillo de jamón. Minúscula e interesante elaboración de pan, hinchada y hueca en su interior, totalmente crujiente, perfumada con jamón y una espuma de agua de tomate.
Sopa de patata con arenque y tomate seco. Cremosa y ligera sopa de pata con sabor ahumado proporcionado por el bacón que interviene en su elaboración. La sardina, ligeramente salada, acompañaba a la perfección la dulzura de la patata junto con el tomate seco, un aceite de albahaca y una espuma cítrica. Un conjunto perfecto que aunaba prácticamente todos los sabores.
Degustaciones.
Ostra con ceviche de ruibarbo. Excelente ostra únicamente condimentada con unas gotas de aceite y una hojita de perifollo; el ruibarbo ligeramente compotado actuaba como si de limón se tratase. El conjunto resultaba una interesante combinación del sabor marino de la ostra y el dulce-ácido del tallo.
Sardina marinada, ajoblanco y uvas. Perfecto marinado de la sardina que conservaba toda su frescura y rigidez. El ajoblanco perfectamente ejecutado, de intenso sabor a almendra y perfectamente equilibrado con el ajo, de textura algo más consistente para adecuarlo al plato. Guarnecían el plato unas uvas moscatel y huevas de pez volador que aportaban su agradable textura.
Canelón de trufa de verano con puntilla salteada. Una lámina de pasta fresca envuelve una cantidad más que importante de “tuber aestivium”, con su sutil recuerdo a frutos secos. Sobre el canelón un salteados de setas –trompetas de la muerte entre ellas- y chipirones. Los jugos de estos últimos, tiernos a más no poder cumplían la función de salsa necesaria para el plato.
Menestra de verduras con almejas. En la base del plato una sopa de perejil, de una potencia aromática y gustativa increíble. Unos buñuelos de patata, espárragos blancos, alcachofas, trompetas de la muerte, rebozuelos (rossinyols) y boletus (ceps) y unas excelentes almejas simplemente pasadas por calor para poderlas extraerlas de su concha conformaban el plato.
El plato más turbador de la noche, la sopa una explosión de perejil, pero sin llegar a ser agresiva, la patata en forma de buñuelo, muy delicados y suaves; el resto de ingredientes con cocciones brillantes y unas almejas que con su “dulzor” y notas marinas equilibraban la potencia y acidez de la sopa. De diez.
Gamba blanca. Poco a comentar, una gamba de extrema calidad a penas cocinada a la sal. Sabor y textura únicos.
Gamba roja. Podemos aplicar lo anteriormente dicho sobre la gamba blanca, una calidad insuperable y una cocción a la plancha cortísima.
Galanes. Loritos, pez loro, raors. Diferentes denominaciones para esta excelente y acreditada especie en los últimos tiempos. Servidos en una correcta fritura. A nivel personal prefiero a los loritos cocinados a la plancha, pero dentro de este marco y ubicación lo más indicado es sin lugar a dudas la fritura.
Solomillo Wellington al revés. La única degustación no marina de la noche. Un plato inspirado en el conocido solomillo. La construcción del plato estaba compuesta por una porción de foie-gras y trompeta de la muerte envueltas en una pasta “filo”, horneado y recubierto posteriormente por un carpaccio de ternera, carne que prácticamente se deshacía por su calidad y textura. Unos brotes decoraban el conjunto. Un gran plato dentro del contexto del menú y como broche final al apartado salado.
Postres
Piedra del desierto.
Desde buen principio, nada más acomodarnos en la mesa, nos llamó la atención los cactus que decoraban las mesas, acordes con la sobriedad del local, y nos llamaron también la atención por el hecho de que le gustan mucho a un familiar nuestro. En concreto el mencionado cactus es un lithops, originario de la zona de África del Sur.
Planta y postre compartían recipiente, para uno cumplía las funciones de maceta y para otro de plato.
La base del postre una trufa de chocolate cremosa y potente, diferentes bizcochos y galletas a modo de tierra, jugando con sabores dulces y amargos. El cactus, una trufa de chocolate blanco y té verde, cremosa y suave, con el sutil sabor de la hoja de té. Una salsa de limón emulsionada completaba el juego de sabores.
Hay que destacar que este era el postre que cerraba el menú degustación. Como si se tratara de una película o de un cuento aquel detalle inicial presente en una mesa muy austera se convertirá en el broche que cierra una estupenda experiencia gastronómica.
Una apuesta que sorprende en lo sensorial y una mezcla de texturas que recuerdan perfectamente la aridez y la bondad del desierto que rodea la costa de Roquetas.
Postres a la carta
Arroz con leche de coco, melocotón estofado y fresa, 8 €. Una versión de un clásico. El arroz cocinado con leche de coco, acompañado con unos melocotones estofados al vino tinto excelentes, con el contrapunto del helado de fresa que terminaba el plato. Una combinación de sabores muy agradable. Pero, tal vez fue el más flojo de todos los postres, el arroz para mi gusto un poco pasado y la leche de coco con muy baja intensidad de sabor, no le aportaba gran cosa al conjunto. El melocotón y el helado fresa inestimables en calidad.
Mouse de galletas, espuma de chocolate caliente y vainilla, 8 €. Una delicada mousse de galleta entre láminas de chocolate negro acompañada de una crema de vainilla y una espuma de chocolate caliente, intensa y delicada
Un postre de lo mas correcto que nos trae recuerdos de una merienda infantil y que no decepciona.
Bizcocho de pistacho, sopa de chocolate blanco y aire de naranja, 8 €.
Si bien el enunciado del postre destaca el bizcocho de pistacho, para mí sobresalían en sabor e importancia el interesante aire de naranja a modo de “nube” y el cremoso de chocolate con petazetas que ponían de manifiesto una vez más las bondades de esta combinación clásica y podríamos decir que infalible o explosiva por la inclusión de los citados petazetas. El bizcocho “micro” de pistacho, excesivamente seco, se equilibraba con la cremosidad de la salsa de chocolate blanco, sin que esto sirva de indulto para el bizcocho. Una teja terminaba el postre proporcionándole una textura más.
“Xocolatl”, recuerdos de Méjico, 8 €
Al entrar en el restaurant tenía en claro que este sería un postre de los escogidos puesto que me imaginaba que incluiría el chocolate y el picante.
El rojo intenso de la salsa del plato me recordaba al tabasco, elaborada a base de pimiento rojo, dulce y con un agradable toque picante; mientras que la construcción de chocolate, dos cilindros uno de ellos coronado por un granizado de tequila y otro sirviendo de base a un delicioso cremoso de chocolate. Una línea de crumble amargo y maíz tostado finamente troceado proporcionaban contrastes y texturas al postre. Una combinación más que acertada que no defraudo mis expectativas.
Se que algunos podrán recriminar que es un postre desencarnado del entorno. Pero yo creo que es un error muy de moda intentar direccionar o reducir a un cocinero a su entorno específico.
Petit Fours
Una pasta de fruta de maracuyá, una magdalena de arándanos, una nube de naranja, un caramelo de toffe y un bombón de chocolate blanco, tequila y chile acompañaron al café (2,50 €) y fueron el final del menú.
Para terminar…
Servicio de sala, formado por personal joven, muy correcto y profesional en todo momento, que soportaron en alguna ocasión las molestias ocasionadas por las fotografías, el alineamiento de botellas o pedirles que sirviesen una salsa o sopa más despacio. Mencionar a Alejandro que forma también parte de la sala, al asesorar sobre su carta, recibir la comanda y pasar posteriormente por las mesas para cerrar la velada con el cliente e intercambiar impresiones.
La oferta culinaria tiene esa “estrella” más que justificada y merecida, para un menú basado en el producto y en una técnica muy precisa aplicada a productos y elaboraciones tradicionales de la zona, sin significar ello ninguna traba ni lastre para nuevas combinaciones y sabores.
El menú que degustamos deja patente la excelente calidad y trato que reciben los productos del mar, pero queda para otra ocasión una interesante carta, a primera vista puede parecer que en esta cocina se manejen únicamente pescados y mariscos, pero nada más lejos de la realidad. Platos tan sugerentes como Paletilla de chivo malagueño asada a la miel, con cous-cous y tandoori; Solomillo de vaca en costra de arcilla con setas de temporada; Cochinillo confitado con frutos secos y calabaza; Pastela de Pichón de Bresse con almendras o Pollo de cortijo con cameroni y trufa de verano ponen de manifiesto la versatilidad del equipo de Alejandro.
Otra de las sorpresas de la noche fue el apartado de postres que sorprendió gratamente, por su técnica, originalidad en algunos de ellos y combinación de sabores.
En definitiva una carta y menús con una excelente calidad-precio que merecen más de una visita.
Total de la factura con cuatro postres extra: 285,12 €
Precio por persona: 95,04 €
Restaurante Alejandro
Avda. Antonio Machado, 32 04740
Puerto de Roquetas de Mar - Almería
Tel. 950 32 24 08
Bueno, siempre son buenas las crónicas que leo en misrestaurantespara... pero esta por alguna razón que se me escapa me ha parecido especialmente sabrosa.
ResponderEliminarTodos los detalles que nos has contado sumado a las fotos y el cuidado que transmite el comportamiento del chef... me hacen lamentar estar tan lejos del restaurante Alejandro.
Y lo de la cocina a la vista ya es la guinda de las guindas!!
Paco & Lola no deja de ser un albariño del montón, poco estructurado y sin chicha, además por el precio, por qué se tiende a engordar tanto el precio de un vino de sólo 5€, cuadriplicado, madre mía, un pazo de señorans o el tico a cuanto estará a 40€, estoy en contra de esta política de los restaurantes.
ResponderEliminarsaludos
Indudablemente como en todos los vinos hay puntos opinables, simplemente decir que en general las puntuaciones de cata están entre el 7 y 8 y se le otorga el mismo puntaje para la relación calidad precio, claro que falta después que maride con el gusto del degustador. Mencionar que en la guía Peñin 2010 (una más de las miles) ha obtenido 92puntos.
ResponderEliminarLo que me parece no opinable es que este vino tiene un precio de venta al publico va desde los 10 a los 14 euros por lo cual en este restaurant en concreto se ha cuadriplicado el precio del vinos. Podremos estar de acuerdo con la política de duplicar, triplicar, cuadriplicar el precio,m el comensal es quien ha de decidir. En todo caso se ha de tener presente que en este restaurant en concreto no se caudriplica los precios... Pero antes de hablar conviene investigar... un simple paseo por la red nos pone "els peus en terra" (los pies en la tierra)
10€ donde lo has comprado?en el corte inglés¿en las tiendas de barcelona está a 6 maximo 7, 92 en la peñin?no se en que peñin.....
ResponderEliminarParece que no te informas bien:
ResponderEliminarhttp://www.decantalo.com/es/vinos_c45/blanco_c13/rias-baixas_c13do46/c-vitivinicola-arousana_c13do46b199/paco-lola-albarino-2009_c13do46b199p2096/
Paco, íbamos a ir este verano a Alejandro, camino de Cabo de Gata. Finalmente, no hemos podido hacer vacaciones y nos hemos quedado con las ganas de probar. Los platos tienen una pinta impresionante y a mi que me encanta el pescado, los hubiese disfrutado muchísimo.
ResponderEliminarGracias por la crónica!
Besos
Pues si Marta, el pescado fue excepcional, además ya ves que de carne únicamente hubo un plato, a uno de los comensales al cuál el pescado no le va mucho, le encantó el menú.
ResponderEliminarUn abrazo!
Excelente crónica para un excelente restaurante. Respecto a la calidad de nuestro vino, decir, que si el gusto o no por él es totalmente opinable, la calidad de los vinos, el precio o los puntos obtenidos en la Guía Peñín, son datos objetivos e incuestionables.
ResponderEliminarMuchas gracias por utilizar Paco & Lola para acompañar este fantástico menú.
Un saludo.
Paco & Lola
Paco & Lola:
ResponderEliminarMi interés por el mundo del vino se remonta a muchos años atrás, me forme hace muchos años en este campo realizando varios cursos de sommelier, asisto periodicamente a catas y cursos de formación.
Comparto con vosotros que el vino, tanto como el gusto por un plato es algo personal, variable e intrasferible.
En mis crónicas procuro casi siempre hacer una reseña del vino, todo y que el entorno de una cena o comida no es el lugar para "evaluar" un vino. En definitiva lo que hago es decir di me gusta un vino o no, siempre desde el inmenso respeto que me producen lasa personas dedicadas a trabajar la tierra y elaborar un producto tan singular y dificil como el vino.
Con respecto a vuestro vino recalcar lo dicho, me parecio muy bueno en su categoria, un producto joven, fresco y con una presentación muy atractiva que acompaño a las mil maravillas la excelente cocina de Alejandro.
Visitar por primera vez el Restaurante Alejandro de Roquetas de Mar (Almería) puede ser un descubrimiento porque lleva pocos años abierto. Ahora bien descubrir al Alex de mucho mas joven (antes de ser mayor de edad) si que ha sido un verdadero privilegio para algunos. Yo me hacía con cierta frecuencia 200 Kilometros (400 ida y vuelta) para ir a comer expresamente al Restaurante La Chumbera, situado en una casa de campo de Agua Amarga (Almería) donde conocí a Alex y donde supe intuir su futura carrera. Y que conste que Alex no toma la comanda,ni te recomiende, o visita las mesas, porque lo exiga la estrella Michelin sino que Alex a pesar de estar en la cocina siempre ha sido una persona próxima al comensal. Y en cuanto al concepto de los platos decir que nace de él sin grandes estudios previos. A Alex solo hay que darle un buen producto y el resto será una fiesta gastronomica asegurada.
ResponderEliminarBuenas noches,
ResponderEliminarSolo queria comentar que celebramos nuestro aniversario en Alejandro, tambien pedimos el menu degustacion pero el que no lleva marisco, la experiencia fue excepcional, lo acompañamos de un vino aconsejado por el somelier segun lo que nos apetecia, y dio en el clavo, el precio para nada desorbitado, 60 € por comensal, teniendo en cuenta el trato, amable y correctisimo del personal, que se acercara el propio Alejandro en varias ocasiones y que la degustacion fue todo un lujo para nuestros sentidos, pensamos repetir, yo desde luego lo recomiendo, hay restaurantes en almeria sin decir nombres, en los que he pagado bastante mas con menos calidad y mucho peor trato,
Solo me queda felicitar al restaurante y su equipo por renovar la estrella este año,
Un saludo, Ana
Me alegro mucho de que tu experiencia en el restaurante Alejandro fuese igual de excepcional que la mia. Yo también estoy deseando volver.
ResponderEliminarSaludos! ;-)
Francesc
Hola a todos.
ResponderEliminarLlevo tiempo oyendo hablar de Alejandro, y me encantan los sabores nuevos. Había pensado ir a probar el menú degustación que no lleva marisco. Me podéis comentar de qué consta. El de mariscos, casi me lo he comido mientras lo leía. :)
Consulta la web del restaurante, pero creo el menú por el cual preguntas ronda los 40 € y son platos extraidos de la carta:
ResponderEliminarhttp://www.restaurantealejandro.es
Hola, soy de almería, estaba leyendo por aquí y no puedo resistirme a hablar de la cocina de Alejandro...Como bien dices, nos sorprendió que al poco de haber abierto el restaurante, no se si quizás un año o poco más o menos, le concedieran la estrella, parecía que estuvieran esperando a que el restaurante tuviera rodaje para poder premiarlo... A mi me encanta ir por la variedad de platos que puedes degustar en una comida o cena, fomenta mucho los menus degustación y es de agradecer porque asi se prueban productos del mar o de la tierra que quizás en un plato individual no nos hubiera atraído igual. Para mi es un sitio especial, distinto, en Almería se fomenta mucho el tapeo, es decir, te ponen una tapa con la bebida que pides, ahora se ha abierto paso con más fuerza el pinxoteo, donde Alejandro también ha metido cabeza junto con otros socios montando el Bacus, tiene una amplia carta de vinos, pintxos y platos http://www.bacus.eu/ me encanta su salmorejo con mojama, tortilla de patata decostruida, mini hamburgesa de costilla, queso gorgonzola con trompetillas de la muerte, chutney de magret de pato, huevo de corral con migas y chistorra, etc etc etc.... es genial tener la genialidad del chef concentrada en sus pintxos. También abrió hace no mucho un restaurante y de pintxoteo en la plaza del Ayuntamiento de Almería, reformada recientemente,Plaza Vieja Alejandro, el lugar es precioso, me refiero no solo a la plaza que cuenta con un hotelito con encanto y baños arabes preciosos, sino al restaurante de Alejandro, genial, aqui también se puede ver a los chefs en acción... http://plazaviejaalejandro.com/ lo que más me gustó la primera vez que fuí es cuando entras al baño y apenas puedes resistirte hacerte pis encima con los chistes de Gila que tienen puestos por el altavoz! me gustó la idea, a parte de lo ya dicho su calidad está presente también en Plaza Vieja, como siempre..... Y no contento con ello, Alejandro ha cruzado hasta el continente Asiatico, exportando la cocina almeriense a Hong Kong, aún no he estado, pero algún día si todo va bien seguro que será la excusa perfecta, y no tan excusa, para viajar y pasar a degustar nuestra cocina y la de allí en otros restaurantes, porque por lo visto no pretende adaptar sus recetas a la cocina de allí, parece ser que no ha querido cambiar nada de los platos tal como los hace aquí, me parece genial sino el sabor no sería fiel reflejo de lo que él hace en sus restaurantes españoles!! Buena suerte Alejandro, te deseo todos los éxitos y que todos los disfrutemos!
ResponderEliminarAsí que os invito no solo a probar el Restaurante Alejandro en el Puerto de Roquetas de Mar, sino a probar el Bacus en Aguadulce, a 5 min de Roquetas, Plaza Vieja en la capital y porque no Alejandro en Hong Kong
Bueno, por el último comentario veo que no soy el único admirador de Alejandro. En la entrada de mi segunda visita informaba también de la apertura del BACUS y de PLAZA VIEJA.
ResponderEliminarSaludos y gracias por tu aportación.
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