martes, 1 de febrero de 2011

RESTAURANTE EL PORTAL DE ECHAURREN



RESTAURANTE EL PORTAL DE ECHAURREN, 7 de enero de 2011

Ezcaray es uno los pueblos más bonitos de la Rioja y ECHAURREN digamos que es casi el centro del pueblo, no hay más que decir que está frente a la iglesia.

Pocos pueblos tendrán una oferta gastronómica tan amplia en tan pocos metros. Para ser exactos, una manzana más una esquinita; y digo esto porque a la izquierda del edificio tenemos el RESTAURANTE EL PORTAL DE ECHAURREN, le sigue el acceso al HOTEL ECHAURREN,  continúa el RESTAURANTE ECHAURREN TRADICIÓN y en la esquina de al lado tenemos el RESTAURANTE BISTROT COMILÓN, osea la santisima trinidad, tres restaurantes diferentes, regentados por la misma familia y orientados a distinto público, sin olvidar el Hotel que sería el Papa.


La fachada recientemente remodelada con un estilo moderno y sobrio auna los dos restaurantes principales y el hotel sin desentonar con lo histórico del entorno.
Además de disfrutar del menú degustación de Francis Paniego en el Portal, pasamos la noche en el hotel, cosa que recomiendo por su relación calidad/precio.

Así pues la cena empezó con nuestra llegada al Hotel, excelente recibimiento, invitación a una copa de vino en el bar, obsequio de una botella de vino y más cosas en la habitación. Vamos, un sinfín de atenciones.


Alrededor de las nueve pasábamos al comedor del Portal, a día de hoy en reformas si no me equivoco, su decoración chocaba frontalmente con su entrada y con la decoración del resto de espacios.


Pocas mesas ocupadas ese viernes, la resaca del infantil día de reyes. El jefe de sala nos  acomodó y presentó los dos menús degustación que constituyen la oferta gastronómica del restaurante, uno más tradicional y otro de corte más innovador. Optamos por este último. Una copia del menú en la mesa, nos hacia de guía entre las diferentes degustaciones.


Excelente trato en sala, en todo momento, incluído el beneplácito para realizar cuantas fotos deseáramos.


Bodega y demás.


Predicador 2007, Tempranillo 100 %. Crianza. 12 meses en barrica de roble francés. Bodegas Benjamín Romeo
D.O.C. Rioja.
Cereza picota, cubierto, muy vivo, bonita lágrima.
 Nariz inicialmente cerrada, con un gran equilibrio entre frutas compotadas y notas de crianza (tabaco, regaliz, tostados, humedad). En boca muy amplio, ligeramente tánico, cálido, notas amargas y muy, muy largo.
Será mi reconciliación con los riojas???. El vino fue recomendación del jefe de sala.
Comentar como detalle que la botella de vino estuvo durante toda la velada en la mesa, se nos sirvió vino alguna que otra vez, el resto de veces lo hicimos nosotros, cosa que agradezco enormemente y que encuentro de lo más correcto.

Agua San Pellegrino. Vieja conocida de este blog.

Pan. En barra, blanco e integral. Muy correctos.


Carro de aceites. Un amplio surtido de excelentes aceites de nuestra geografía eran el acompañante perfecto para el pan. Seleccionamos uno de Navarra y otro de La Rioja.


Aperitivos.

Empezaron con dos copas de Libalis castillo de maetierra 2009, un interesante vino elaborado en un 90% con moscatel de grano menudo. Una delicia para empezar la comida. Podeís leer más en: http://www.verema.com/blog/la_vinica_expresion/776286-libalis-castillo-maetierra-2009

Teja de pipas. Muy correcta y bien ejecutada. Elaboradas con pasta filo.
Bastones de aceitunas negras. Sabor muy marcado a aceituna negra, quizás les faltaba un punto más de crujiente.


Las croquetas que le quitamos a mi madre. Tras este enunciado y gracias a este pequeño “hurto” degustamos una excelente croqueta, de bechamel suave, sabroso sabor a carne, con los tropezones justos y algún trocito de huevo duro.

Degustaciones.


TAGLIATELE DE REMOLACHA con mejillones de roca y sopa de cacahuete. El plato compuesto por: remolacha cortada en finas láminas a modo de tagliatele, un “ajoblanco” de cacahuete! muy agradable que actuaba como salsa, un mejillón de excelente textura, y unas tiras de borraja cruda. Decoraban el plato un aire de remolacha y unas gotas de aceite. Un plato sin excesiva complicación en el que su gracia residía en la agradable combinación de sabores.


PIMIENTOS ASADOS EN CASA servidos en tarro de cristal, con anchoa de santoña. El plato aparecía en escena con una sabrosa anchoa, de las mejores que he probado, a continuación nos sirvieron, los pimientos asados tibios, presentados en un tarro a modo de conserva a la antigua usanza. Una delicia la combinación de sabores tradicionales y un ejemplo claro de lo que yo llamo “no cocina”, en la cuál el plato se basa en un producto excelente y una manipulación mínima. Sencillez y producto, junto a una simplicidad que nos choco inicialmente.


ANGULAS con velo de sepia. Las angulas dispuestas sobre la base del plato, cubiertas con un disco de gelatina de sepia. El plato terminaba con unas hojas de berro, cebollino y unos chips de ajo.
La primera impresión causada por el plato viene por vía olfativa, el agradable y penetrante olor de los chips de ajo que se entremezclan con el olor dulzón de la sepia. En el paladar se entremezclan los delicados, pero potentes sabores y texturas de las angulas y de la gelatina de sepia en contraste con el punto picante del berro y las notas del crujiente de ajo, por momentos agresivo, pero sin anular el resto de sabores. Un plato muy agradable.



POLVO HELADO DE HIERBA FRESCA con daditos de queso de munilla, lechecillas y aire de leche ahumada. En la base del plato unas lechecillas (mollejas) de cordero, rebozadas y fritas, cubiertas por una escarcha de hierbas, de entre las cuales destacaban la albahaca y la rúcula. El queso, el aire de leche y diferentes brotes y pétalos remataban el plato. Contraste de temperatura entre la escarcha y las lechecillas tibias, que para nuestro gusto eran demasiado pequeñas y a parte de su textura crocante no proporcionaban un sabor excesivo al conjunto. Un plato agradable sin más.


HONGO 25 minutos. Luego asado a la parrilla con clorofila y pera. Se nos pasó consultar la elaboración de este excelente Boletus Edulis. Sobre el plato una pincelada de clorofila, un hongo (cep) con un aspecto que recordaba al glaseado y unos bastoncitos de pera como comparsa, un brote de shiso morado terminaba el plato. Por un lado la pincelada de clorofila, algo seca por el calor del plato, no aportaba nada al conjunto. Por otra parte, curiosa y muy agradable la combinación de estos dos productos que de buenas a primeras parece que no tengan nada que decirse. Un plato de tránsito.


CARDO ROJO con ceniza de sarmientos.  El cardo, de impecable cocción, descansaba sobre un “coulis” de almendra,  de sabor marcado con un atisbo de ajo que traía recuerdos a ajoblanco. Un aire de almendra, diversos brotes y cenizas de sarmiento ponían contrastes y texturas en el plato. Un plato agradable con guiños a la cocina tradicional que no destacó en el conjunto.


CIGALA DE GALICIA ASADA acompañando a unos puerros de otoño y su caldo clarificado. Un consomé en la base del plato con un intenso sabor a puerro y magníficamente clarificado, unas rodajas de puerro salteado ligeramente sirviendo como soporte a la cigala asada en su punto. Unos hilos de puerro frito y unos brotes decoraban el plato. Excelente consomé, en el cual se apreciaba a la perfección su trasfondo de carne, un marcado sabor a puerro y notas ahumadas. El puerro crujiente y la amabilidad y dulzura de la carne de la cigala daban lugar a un plato muy armónico. De diez.


CHIPIRON LEVEMENTE CURADO EN SAL Y ASADO, con esfera de su tinta y caldo de verduras. Poco a explicar, el enunciado del plato lo define perfectamente. Brevedad en la cocción del calamar, de increíble ternura que con su punto de sal contrastaba con el toque dulzón del caldo de verduras del cual destacaba el sabor a cebolla caramelizada. El plato se trasformaba al romper la esferificación de tinta de calamar y mezclarse esta con el caldo aportandole su intenso sabor. El germinado de lenteja y unos bastoncitos de borraja pasaban sin pena ni gloria por tan magnifico plato.


PICHON A LA ROYAL. Una presentación austera para tan historiado plato. La salsa en el plato, una base de puré de manzana, el pichón y unas hojas de rúcula refrescando el plato.
El termino a la “Royal” o “Royale” hace referencia a una compleja elaboración destinada a platos de caza, podríamos decir que es una de las “cumbres” gastronómicas, por tanto es complicado poner este apellido a un plato.  Esta elaboración proviene del triángulo francés de Périgueux, Sarlat y Bergerac, cuyos productos más destacados son el foie-gras i la trufa negra. Por lo tanto en una elaboración a la “Royale” intervienen estos dos míticos ingredientes de la alta cocina y un tercero difícil de utilizar en los últimos tiempos que es la sangre del propio animal, que interviene por norma general en la ligazón de la salsa.
El plato de Francis nos acerca a una versión moderna de este clásico, con el pichón deshuesado, albardado con tocino, relleno con el foie y con una cocción perfecta, entre sangrante y al punto, la carne ofrece una textura inmaculada tierna pero sin llegar a percibir la textura de la musculatura del ave. La manzana y la rúcula contribuyen a aligerar el plato y hacen de contrapunto ácido y amargo a la intensidad de la elaboración.

Postres.

SOPA FRESCA DE MANZANA SIN FIN y helado de menta fresca.
Una base de leche de coco espumosa, un excelente helado de menta y una lámina de manzana. Un postre sencillo, refrescante y muy agradable que cumplió a la perfección su misión de limpiar el paladar.


TONDELUNA. Bizcocho aireado, virutas de queso Tondeluna, helado de miel, tofee, hilos de caco, crema de queso, coulis de pimientos verdes.
Una delicia, que mejor forma de describir un postre. Perfecto el bizcocho, increíblemente esponjoso y suave. Excepcional el helado de miel. El queso Tondeluna elaborado en una aldea del mismo nombre intervenía en el postre presentado en virutas y en forma de crema creando un agradable contraste con el resto de sabores y en especial con las gotas de pimiento verde. Los hilos de cacao no aportaban gran cosa al conjunto salvo de manera visual. Un postre que para mi es de los mejores que he comido.


Uno de los mejores postres que he probado últimamente para los amantes del poco-dulce.
Para más información del queso Tondeluna:

Postres fuera de menú


TOSTA TEMPLADA CON QUESO DE CAMEROS manzana y helado de miel. 10 €. Un postre mucho más clásico, crema inglesa en el plato, una base de pasta filo, crema de queso de cameros cubierta por láminas de manzana y toffé, una vez más helado de miel y una pincelada de tofeé, el plato se remataba con una cristalina de manzana. Sabores clásicos aunados  en un postre muy agradable.
El queso camero por descontado también se elabora en la Rioja, podéis leer más a cerca de el en www.mundoquesos.com http://www.mundoquesos.com/2008/06/camerano.html


Petit fours. Más que correctos, un excelente bizcocho de cacao, una gominola de vino tinto, tejas de almendra y piruletas de chocolate.

Con esto y un café (1,40 €) terminó la noche.

Conclusiones.

Un servicio de sala profesional, atento, pero sin agobios, con detalles informales como dejar la botella sobre la mesa y no a cuatro metros del cliente en una mesa auxiliar. Informado frente a cualquier consulta por parte del comensal y presente en la mesa solo cuando se le requería o era necesario, dejando también de lado los cambios de servilleta absurdos que únicamente contribuyen a inflar la factura de la lavandería y a incrementar el gasto de agua.
El servicio entre degustación y degustación muy rápido, en algún momento incluso demasiado.

La cocina trae recuerdos a Mugaritz pero que por fortuna no tiene nada que ver, ni en lo simple de alguno de sus platos ni en su sabor más que discutible. Algún recuerdo bulliniano, con la esferificación de tinta de calamar.
Unas elaboraciones en las cuales el producto brilla por su calidad  y unas presentaciones sin estridencias ni “adornos” superfluos.





Menú degustación: 75 €
Total de la factura (2 comensales): 216,40 € con un postre extra.
Precio por persona: 108,20€

Hasta la próxima!

Hotel Restaurante Echaurren
C/ Padre José García, 19 Ezcaray - La Rioja
Teléfono: 941 354 047   mail: info@echaurren.com