martes, 28 de febrero de 2012

laLola de las Arenas

Barcelona es una ciudad de aciertos y de desaciertos, eso se nos pasaba por la cabeza al dirigirnos al encuentro de gastrobloc@ires del pasado 10 de febrero y es que mirar la remodelación y transformación de la plaza de las Arenas  nos genera cierto desasosiego.
Más de una vez hemos oído eso de que las plazas de toros son herencia de los circos romanos (tan solo que en este caso las fieras son los toreros), y lo cierto es que el edificio durante el día tiene un aire circense, pero por la noche e iluminado tan solo le falta la carpa y los payasos en la puerta para convertirse en el nuevo circo de la ciudad. Cuesta encajar el estilo neomudejar de August Font i Carreras con las vigas de color violáceo.
Desde la terraza-mirador la cosa cambia y la vista forzosamente se va hacia la montaña de Montjuïc y nos recuerda una vez más que Barcelona ha crecido a golpe de ferias y de exposiciones, como la de 1929 que supuso para la ciudad la entrada en el siglo XX, con la urbanización de toda esta zona y la construcción de nuevos equipamientos.
Esta plaza ha sido testigo de uno de los períodos más importantes para Barcelona desde que se inaugurase en el año 1900 y contemplando el panorama desde su terraza en la vista y en la memoria se nos entremezclan edificios como el Palacio Nacional, la Fuente Mágica, el Teatre Grec, el Pueblo Español o el Estadio Olímpico junto con arquitectos de la talla de Josep Puig i Cadafalch, Lluís Domènech i Montaner, Ildefons Cerdà, Carles Buïgas o August Font i Carreras.
Convertida en mirador privilegiado de lo que fue aquella exposición, la terraza de las Arenas se está convirtiendo en un punto de encuentro obligado para quienes visitan Barcelona y en centro comercial de referencia de la zona.
Quim Marqués, Manel Marqués y Nacho Prats, han elegido este balcón privilegiado para embarcarse en una nueva propuesta gastronómica que se ha materializado en laLola de las Arenas. La gran experiencia en el panorama de la gastronomía barcelonesa de los hermanos Marqués y los 25 años de Nacho Prats en el mundo del vino y del cava se dan cita en este nuevo local situado en el mirador de la antigua plaza.
Cena de colegas e invitación por parte de La Lola de las Arenas a degustar su oferta gastronómica y a conocer su espacio. De agradecer la invitación por lo arriesgado de tener a 15 bloggers escudriñando cocina y platos.
Cordial recepción por parte del equipo del restaurante que nos introdujo en el concepto de su oferta gastronómica y restaurante de la mano de Carme Gasull,  y su jefe de cocina, Antonio Belmonte que atendieron a todas nuestras preguntas. Continuamos con una visita a  la cocina, tras la cual pudimos disfrutar de un menú diseñado para nosotros en el que se incluían las especialidades de la carta.
Bodega
Blanc Flor laLola, elaborado por Cavas Ferret, un blanco del Penedés, muy clásico, seco y correcto.
Priorat laLola 2009 DOQ Priorat, de bodegas Devinssi, ubicadas en Gratallops. Potente, muy bien estructurado y con 14,5º, un peligro, por las características del vino y su juventud pasaba muy fácilmente.
Cava Reserva Brut Nature laLola. Un cava joven de burbuja muy fina, nariz no muy expresiva, en boca agradable, con una acidez muy correcta y equilibrada con el resto de sabores.
La informalidad de la cena y el barullo del local no daba pie ha hacer una cata más concienzuda, pero todos los vinos probados respondían a la calidad que es de esperar para figurar como marca de la casa.
El menú
LaLola rusa con jamón y langostinos. Excelente versión de este clásico del tapeo con su ingredientes “al dente” y alegrados por los extras del jamón y langostinos.
Virutas de jamón “Dehesa de Extremadura”. Poco hay que decir de un buen jamón.
Las mejores Anchoas. Realmente el enunciado se cumplió, perfecto punto de sal y excelente textura.
Coca de cristal con tomate aceite y sal. Otro clásico de la gastronomía catalana, en esta ocasión un pan muy ligero y crujiente, muy bien aliñado con tomate, aceite y sal que nos acompañó durante toda la cena.
Croquetas de pollo y pata negra. Sabor muy conseguido, pero la textura no nos acabó de convencer, algo compacta para nuestro gusto.
Buñuelos de bacalao con allioli de miel. Un acierto, crujiente masa se buñuelo con un dado de bacalao en su interior, rematados con una gota de allioli de miel. Podemos afirmar que es uno de los mejores buñuelos de bacalao que hemos probado.
Calamarcitos con tomate. Un platillo agradable, los calamares bastante correctos pero con un exceso de pimienta. Suponemos que fue un error.
Bomba. Fuera de lo programado se nos dio a probar este clásico de las tapas, una bomba de patata y carne que proximamente se incluirá en la carta, digamos que estaba en fase de rodaje. A nuestro parecer tanto a la patata como al relleno les faltaba algo de melosidad, en especial a la carne picada del interior que sustituiríamos por una estofado de rabo (de toro sería genial por la ubicación) o una carne confitada.
Pelotas cojonudas con sepia y jugo. Un clásico de la cocina catalana, que entra dentro de la categoría de los “mar i muntanya”, unas albóndigas confeccionadas con carne y sepia, estofadas y acompañadas por su salsa. Para mojar pan.
Mallorquín. Una de las sorpresas de la noche a modo de sándwich o “bikini” como diríamos por aquí. Sobrasada y queso cremoso entre un panecillo de briox pasado por la plancha y espolvoreado con azúcar glaçe. Una delicia, el interior fundido, cremoso, de sabores potentes contrastaba agradablemente con el dulzor del briox y del azúcar hasta el punto de confundirse por momentos con una ensaimada.
Catalán. Un bocata, pero que bocata!, de pollo de granja rustido a la catalana, en un pan de aceite y acompañado de una paquete de patatas chips. Estos dos últimos platos forman parte de una pequeña y cuidada selección de bocadillos y sándwiches en los que destacan la calidad de los productos empleados.
Montadito de Pepito.Otro platillo al que le sobran los comentarios. El filete excelente al igual que la cebolla caramelizada con un toque de mostaza que había debajo.
El momento dulce
Coca de Llavaneres. Una coca tradicional de la comarca catalana del Maresme. Crema pastelera entre dos láminas de hojaldre y recubierta por un merengue de almendra y terminada con piñones. Una delicia con el café.

Pastel laLola. Un guiño a la infancia, un pastel de chocolate y galletas maría. Un postre un poco pesado para nosotros y con un chocolate excesivamente graso al paladar.

Macarons Enric Rosich. En el país vecino los macarons se venden en las panaderías junto con los croissants, se encuentran en todas las pastelerías, y si encima visitáis la zona de Normandia os encontrareis con el paraíso de los amantes de este bocado dulce tan especial, a unos precios racionales y sin las estridencias con las que se venden por aquí. He de decir que ha sido uno de los pequeños placeres siempre que hemos recorrido Francia y seguramente el responsable de aflojar un agujerito en el cinturón. Habíamos oído hablar bastante de los macarons de Enric Rosich y la verdad, tal vez esperábamos más, nos dejaron con una sensación de ni frío ni calor.
Cafés y algún que otro gin-tonic, dieron pie a una agradable sobremesa acompañados por Quim Marqués con el que pudimos intercambiar impresiones sobre la cena y sobre su última apuesta, en estos tiempos un tanto difíciles para cualquier iniciativa.


Para terminar
Inmejorable ubicación desde nuestro punto vista para la laLola, a tiro de piedra de la Fira de Barcelona y ubicada en la terraza de uno de los centros comerciales de Barcelona más singulares, en el que parece ser que la oferta de restaurantes ha dejado de lado a las cadenas de comida rápida y en gran parte las franquicias apostando por una restauración más cuidada. Si a todo esto le sumamos la experiencia del equipo que se encuentra detrás de esta aventura gastronómica el éxito, suponemos, estará asegurado.
Releyendo la carta es difícil que a uno no le entre hambre, al menos a nosotros, en ella se entremezclan con soltura platillos que podríamos clasificar como tapas y platillos que son platos, desde un arroz negro, pasando por unos callos hasta las imprescindibles bravas. Una cocina sincera, con una materia prima cuidada en la que se entremezclan elaboraciones de cocina catalana clásica con unos huevos estrellados sin ningún complejo.
La carta de vinos, confeccionada para todos los públicos, con especial atención a los vinos catalanes pero sin olvidar referencias de otras denominaciones de la península, Los precios bastante razonables.


Nosotros como siempre encontramos a faltar una selección de postres más amplia, pero como se suele decir no se puede tener todo.
Sin lugar a dudas , y más aún después de los platillos que degustamos, laLola es una opción más que interesante para una comida o una cena informal, y si se trata de hacer un bocata a la salida del cine no os perdáis los bocadillos. 


Nuestro agradecimiento al equipo de laLola y a la excelente compañía.
Precio medio por persona: 20 €


Ampliando las fotografias de la carta podéis tener una idea más concreta de los precios
Antonio Belmonte y Xesco Bueno de gastromimix.blogspot.com
laLola 
C.C. Las Arenas
Gran Via de les Corts Catalanes, 385
Vista de la terraza exterior

Passeig Joan de Borbó, 65.Barcelona
Tel. 93 221 62 33

jueves, 9 de febrero de 2012

Restaurante Atmosphère


La Vila de Gràcia, se remonta al 1628, hasta convertirse definitivamente en 1897 en un barrio de la ciudad Condal. Ha sido el barrio bohemio, el barrio de los artistas por excelencia, sus calles estrechas han albergado y albergan un barrio vital y bullicioso plagado de comercios, locales de ocio y restaurantes.
En sus calles se entremezclan desde hace muchos años restaurantes de lo más variopinto,  que hacen de los poco más de cuatro kilómetros  de Gràcia, uno de los barrios con la oferta gastronómica más variada de la ciudad.
Uno de ellos se encuentra ubicado en la sugerente calle Venus, el Restaurante Atmosphère , a no demasiada distancia de un cruce tan céntrico como es el de Diagonal con Paseo de Gracia. Un local pequeño y acogedor que no tiene otro propósito más que ofrecer una cocina de calidad.


Bodega
Afortunado 2011. Verdejo 100%. Bodega Viñedos Singulares.  D.O.RUEDA. 13 % vol.  13 €. Amarillo pajizo, muy brillante. Nariz muy varietal e intensa, frutas exóticas sobre un fondo herbáceo. En boca, equilibrado, bien estructurado y con un final ligeramente amargo.


Primeros
Crema de calabaza asada, sus semillas, su aceite, taquitos de foie. 11 €.  Agradable crema en la que el único ingrediente es la calabaza, reforzado por el hecho de estar asada y ligeramente caramelizada en el horno. El contrapunto lo ponen el crujiente de las pipas y la potencia de foie. Un aceite de calabaza ligeramente ahumado terminaba el plato. Una crema muy correcta.


Pasta fresca rellena. 11,50 €. Excelentes raviolis a la crema, la pasta de un grosor perfecto para nosotros, ni muy gruesa ni muy delgada. El relleno de ricotta, parmesano y nueces. La crema infusionada con hierbas aromáticas le otorgaban un toque especial e interesante.


Segundos
Filete de gallo de san pedro, salsa de zanahoria al azafrán, verduras salteadas. 16 €. El pescado, a la plancha de cocción perfecta al igual que los espárragos y el calabacín que guarnecían el plato, un jugo de zanahoria perfumada con azafrán salseaba el conjunto. Un plato rico y de ejecución impecable.
Carré de cordero, salsa de vino y arándanos, carbón de berenjena. 16 €. El carré, una ración más que generosa, separado entre sus costillas y en el punto de cocción solicitado. Una excelente salsa y un puré de berenjena ahumada acompañaban a la carne, además de unas patata asadas, aromatizadas con un aceite de hierba mªluisa. 


Los postres
Tarta tatin. 5 €. De elaboración propia, aromatizada con canela y acompañada de crema de leche. Una delicia y un clásico.
Chiboust. 5 €. Chiboust de naranja. Una crema chiboust de naranja convertida en bavaroise sobre una base de financier. Un postre correcto pese a no ser de elaboración propia en este caso.
Un café solo al democrático precio de 1,30 € fue el broche final de la cena.


Para terminar
Un restaurante de corte moderno, influenciado por esos aires bohemios de Gràcia, agradable espacio, interesante decoración e iluminación tenue que inducen a un ambiente relajado, pero por otro lado dificulta la visión de los platos.
Servicio atento e informal muy acorde con el estilo del local.


Al frente de la cocina, Julia Roda, que cuenta con una amplia experiencia a sus espaldas, realiza una cocina actual basada en productos de mercado de gran calidad. La carta de reducidas dimensiones, facilita y asegura la máxima frescura de sus productos prestando una especial atención a los pescados.


Nos hubiese gustado que todos los postres fuesen de elaboración propia, pero como se suele decir “la cocina no da para más”, y es que tras la cena Julia tuvo la amabilidad de hacernos pasar a la cocina, con el poco espacio de que dispone, la verdad, hace maravillas.


Nos gustaría también ver este íntimo local con unas mesas algo más grandes y vestidas para la ocasión.


Total factura para dos: 78,80 € (precio por persona: 39,40 €)


Atmosphère
C/ Venus, 1-3 08012 Barcelona
93 458 29 44