jueves, 9 de febrero de 2012

Restaurante Atmosphère


La Vila de Gràcia, se remonta al 1628, hasta convertirse definitivamente en 1897 en un barrio de la ciudad Condal. Ha sido el barrio bohemio, el barrio de los artistas por excelencia, sus calles estrechas han albergado y albergan un barrio vital y bullicioso plagado de comercios, locales de ocio y restaurantes.
En sus calles se entremezclan desde hace muchos años restaurantes de lo más variopinto,  que hacen de los poco más de cuatro kilómetros  de Gràcia, uno de los barrios con la oferta gastronómica más variada de la ciudad.
Uno de ellos se encuentra ubicado en la sugerente calle Venus, el Restaurante Atmosphère , a no demasiada distancia de un cruce tan céntrico como es el de Diagonal con Paseo de Gracia. Un local pequeño y acogedor que no tiene otro propósito más que ofrecer una cocina de calidad.


Bodega
Afortunado 2011. Verdejo 100%. Bodega Viñedos Singulares.  D.O.RUEDA. 13 % vol.  13 €. Amarillo pajizo, muy brillante. Nariz muy varietal e intensa, frutas exóticas sobre un fondo herbáceo. En boca, equilibrado, bien estructurado y con un final ligeramente amargo.


Primeros
Crema de calabaza asada, sus semillas, su aceite, taquitos de foie. 11 €.  Agradable crema en la que el único ingrediente es la calabaza, reforzado por el hecho de estar asada y ligeramente caramelizada en el horno. El contrapunto lo ponen el crujiente de las pipas y la potencia de foie. Un aceite de calabaza ligeramente ahumado terminaba el plato. Una crema muy correcta.


Pasta fresca rellena. 11,50 €. Excelentes raviolis a la crema, la pasta de un grosor perfecto para nosotros, ni muy gruesa ni muy delgada. El relleno de ricotta, parmesano y nueces. La crema infusionada con hierbas aromáticas le otorgaban un toque especial e interesante.


Segundos
Filete de gallo de san pedro, salsa de zanahoria al azafrán, verduras salteadas. 16 €. El pescado, a la plancha de cocción perfecta al igual que los espárragos y el calabacín que guarnecían el plato, un jugo de zanahoria perfumada con azafrán salseaba el conjunto. Un plato rico y de ejecución impecable.
Carré de cordero, salsa de vino y arándanos, carbón de berenjena. 16 €. El carré, una ración más que generosa, separado entre sus costillas y en el punto de cocción solicitado. Una excelente salsa y un puré de berenjena ahumada acompañaban a la carne, además de unas patata asadas, aromatizadas con un aceite de hierba mªluisa. 


Los postres
Tarta tatin. 5 €. De elaboración propia, aromatizada con canela y acompañada de crema de leche. Una delicia y un clásico.
Chiboust. 5 €. Chiboust de naranja. Una crema chiboust de naranja convertida en bavaroise sobre una base de financier. Un postre correcto pese a no ser de elaboración propia en este caso.
Un café solo al democrático precio de 1,30 € fue el broche final de la cena.


Para terminar
Un restaurante de corte moderno, influenciado por esos aires bohemios de Gràcia, agradable espacio, interesante decoración e iluminación tenue que inducen a un ambiente relajado, pero por otro lado dificulta la visión de los platos.
Servicio atento e informal muy acorde con el estilo del local.


Al frente de la cocina, Julia Roda, que cuenta con una amplia experiencia a sus espaldas, realiza una cocina actual basada en productos de mercado de gran calidad. La carta de reducidas dimensiones, facilita y asegura la máxima frescura de sus productos prestando una especial atención a los pescados.


Nos hubiese gustado que todos los postres fuesen de elaboración propia, pero como se suele decir “la cocina no da para más”, y es que tras la cena Julia tuvo la amabilidad de hacernos pasar a la cocina, con el poco espacio de que dispone, la verdad, hace maravillas.


Nos gustaría también ver este íntimo local con unas mesas algo más grandes y vestidas para la ocasión.


Total factura para dos: 78,80 € (precio por persona: 39,40 €)


Atmosphère
C/ Venus, 1-3 08012 Barcelona
93 458 29 44



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