martes, 5 de octubre de 2010

Restaurante Ca l'Esteve



Restaurante Ca l'Esteve, 11 septiembre de 2010

Para los que vivimos en una ciudad como Barcelona es más que agradable escapar de tanto en tanto del bullicio desordenado que la caracteriza y si es con la excusa de comer en un restaurante como Ca L’Esteve, mejor que mejor. Treinta kilómetros son un abrir y cerrar de ojos.


Advertir que esta crónica no es una crónica normal, como tampoco lo es Xesco, Jefe de cocina, ni el restaurante en sí.

Conocí a Xesco hace muchos años, compartimos escuela de cocina y profesor. Eso que conocemos como “destino” nos ha vuelto a reunir, más viejos pero más “sabios”. Por todas estás razones me es difícil escribir estas líneas, se trata de escribir a cerca de un amigo, de hecho, Iñaki, nuestro profesor de cocina tiene su restaurante a pocas calles de donde vivo, por sus mesas han pasado momentos muy agradables de mi vida y nunca se me ha ocurrido publicar nada sobre él, no tendría sentido.

Con Ca L’Esteve voy ha hacer una excepción y más adelante entenderéis por qué, pero no se trata de un restaurante habitual.

Lo habitual en una cocina es que a primera hora del día, a parte de preparar todo lo necesario para atender a los clientes  vayan desfilando toda una serie de proveedores que sirven el distinto genero, las verduras, las carnes, el pescado, las bebidas, por citar algunos .
En este restaurante los proveedores son muchos menos de los habituales, la razón: basta con cruzar la carretera para encontrarse en el huerto del que se abastece la cocina. Y no se trata de cuatro maceteros o de un pequeño patio en el cual se cultivan cuatro hierbas para dárselas de “eco-chef” o vociferar a los cuatro vientos de que el restaurante tiene huerto propio.


Se trata de un huerto con todas las de la ley, de él se abastece el restaurante durante casi todo el año de un gran número de verduras y hortalizas respetando la estacionalidad y los caprichos del producto.  No hablamos de cantidades pequeñas como igualmente no es pequeño el esfuerzo y la mano de obra necesaria para disfrutar de un producto de primerísima calidad que va directo a la cocina.


Podemos afirmar también que es el huerto el que “manda” sobre la cocina, lo que conlleva disponer de la infraestructura necesaria para manipular y conservar todas esas verduras y hortalizas que no entienden de días de trabajo, festivos ni de horarios. Me causa una sonrisa burlona cuando leo algún artículo en el que el cocinero afirma que después de su jornada de trabajo dedica su tiempo a “cultivar el huerto”, un huerto como está mandado necesita de mucho esfuerzo, de muchas manos y no del tiempo sobrante de un chef.

La cosa no termina aquí, tomates, pepinos, calabacines, calabazas y  pimientos se codean con las viñas, con un viñedo hablando con propiedad, del cuál se elaboran parte de los vinos de los que podemos disfrutar en Ca L’Esteve.


El caso es que donde termina el huerto empieza la bodega, cubas de acero inox, camisas de frío para fermentación controlada, barricas para envejecer los vinos,  embotelladora, almacén… lo mismos de antes,  no se trata de embotellar cuatro vinos, cuando la uva llega al punto óptimo de maduración y la enóloga da el pistoletazo de salida, todas las manos son pocas para vendimiar y llevar esos racimos de uva a buen destino.


Con las carnes, otro tanto de los mismo, Xesco se abastece de las masias vecinas, algunas forman también parte de la familia, y es que más vale cerdo y cordero conocido que por conocer.

Como podéis ver se trata de un restaurante un tanto singular que me ha llevado a bautizarlo –entre nosotros- como “la republica independiente de Ca L’Esteve”. Como le sucede a Madrid a Xesco sólo le falta tener más cerca el mar, pero al igual que en la capital aquí también llega el mejor pescado.
Ca L’Esteve se encuentra a pie de carretera, en el termino de Castellbisbal a escasos treinta minutos de Barcelona. Se trata de una antigua masía, totalmente reformada y acondicionada con los esfuerzos de la familia Esteve que dirige al completo este restaurante desde hace más de cinco generaciones.

Nada más bajar del coche junto al edificio principal nos encontramos con el Bar, en el cual podemos tomar un aperitivo y que además funciona como restaurante de menús entre semana, reservando el restaurante exclusivamente para el servicio a la carta.


El restaurante dispone de un amplio comedor principal, de corte moderno pero en consonancia con el local en el cual nos encontramos, muy amplio, bien decorado y funcional, con posibilidad de acoger  tanto el servicio a la carta como el de una celebración, para lo cuál disponen también de varios comedores privados, destinados a particulares y a eventos celebrados por empresas.


Esteve en la sala,  Montse en la pastelería y Xesco en la cocina, dejaos aconsejar en el tema de vinos por él, excelente maître. Estas son las cabezas visibles de un excelente equipo de trabajo que hay tras ellos.

La oferta gastronómica pasa por una selección de arroces, todos ellos “Illa de Riu”, entrantes fríos, calientes, un apartado que nos ofrece una selección de platos de “cocina de siempre” entre los cuales podemos encontrar unos clásicos canelones o un bacalao a la brasa con judías del “ganxet”, un apartado de carnes y pescados  con platos como un bacalao con samfaina, foie con salsa agridulce de cerezas o una espalda de cordero deshuesada y rustida, para seguir con una selección de carnes a la brasa al estilo de la “Masia” más ortodoxa y terminar con los postres.
Dejo para el final uno de los apartados más interesantes de la carta, los platos del día, en los que Xesco saca el máximo partido a ese fantástico huerto y a sus manos.
Arroz caldoso de bogavante, uno de los platos de la carta

Dicho todo esto pasemos a otra parte no menos interesante…

La comida empezó con unas excelentes olivas arbequinas, de sus olivos, no podía ser de otra manera y aliñadas por ellos.

Bodega y demás
 Detalle bodega del comedor y bodega principal

Tres Nadons 2009, Syrah . Vino vendimiado, elaborado y embotellado en la propiedad de Ca L’Esteve. D.O. Catalunya. 14 €.  Púrpura, ribete violáceo, muy vivo, cubierto. En nariz muy varietal notas de regaliz, minerales, fruta negra. En boca confirma la nariz, joven, equilibrado y cálido. Toda la expresividad de este varietal de manera muy comedida y acertada. Recordar que este varietal es capaz de producir vinos de una potencia y robustez muy elevada que en ocasiones pueden ser agresivos y en este caso estamos ante un vino muy comedido en el mejor de los sentidos.

2 Gaseosas, 4 €. Mi compañero no se sintió discriminado en esta ocasión por gustarle el “tinto de verano”.

El pan, una “baguette” de elaboración propia y una “coca del maresme” acompañados de un excelente aceite de la variedad arbequina de Sant Jaume dels Domenys, D.O.P. Siurana.

Entrantes

Sopa fría de tomate al perfume de albahaca con bogavante, 9.50 €. Una crema de tomate y albahaca, de cultivo propio, aderezada con un cordón de aceite y una pinza de bogavante perfectamente cocida. Un plato de gran sencillez, fresco y muy agradable.



Higos templados con parmesano y jamón de jabugo, 14 €. Excelentes higos, del huerto,  parmesano y jamón. Un conjunto de elementos de gran calidad que hablan por si solos, la gracia?, equilibrar todos los sabores y cantidades para que no se anulen entre sí, la dosis justa de parmesano y la temperatura idónea.


Primeros

Arroz de pies de cerdo con múrgulas, 17,50 €.  Se trataba del arroz del día, y este día tocaban pies de cerdo y rabassoles (múrgulas, colmenillas). Un arroz inmaculado, elaborado con la variedad “bomba” de Illa de Riu. Un grano de arroz goloso, acompañado de la textura gelatinosa del pie de cerdo, del intenso sabor de las setas matizado por unos “encuentros” ocasionales con garbanzos y judía verde. Una delicia de arroz.
Para los que no lo conozcais, Illa de Riu, es una marca de arroz de alta calidad producido por una “empresa” familiar en el Delta del Ebro, cosechan básicamente arroz bomba y carnaroli, este último especialmente indicado para la elaboración de “risottos” o arroces cremosos.

Segundos


Rodaballo a la brasa con berenjena en texturas, 17 €. Perfecta cocción y calidad del pescado, acompañado con una salsa de berenjena con un interesante punto dulzón, berenjena frita y escalivada. Un plato sencillo y muy bien ejecutado. Confesar que las berenjenas son una de mis debilidades y encontrarlas de esta forma una delicia. En casa el día que mi abuela hacía berenjenas fritas era un día de fiesta para mí.



Carrillera de cerdo deshuesada en “fricandó”. Una carrillera de cerdo cocinada a modo de estofado, con una cocción muy larga que proporciona una textura muy melosa, acompañada de su propia salsa de intenso sabor y notas dulzonas, y guarnecida con unos rossinyols (Cantharellus ciibarius. Castellano: rebozuelo, cabrilla, cantarela). 

Siempre es agradable encontarse con carnes poco habituales en restaurantes, las carrilleras de cerdo son un ejemplo de ello y tienen casi vetado el acceso a restaurantes de prestigio o “Gourmets”, situación opuesta a la que ha sufrido la carrillera de ternera cada vez más accesible en muchos lugares. 
Estas poseen una textura excepcional si están cocinadas correctamente. Decir que del cerdo me gusta todo, tal vez tenga menos afinidad por el lomo y el solomillo, prefiero partes "menos nobles", cuando se atreverá alguien a poner una magra del cuello (cap de llom) en una carta elaborada como se merece?. Xesco ya le ha hecho este honor a las carrilleras de cerdo.

Los postres
 
Para los postres se nos preparó una degustación a la que se acompaño con Caligo vi de boira, vino que nos aconsejo Esteve.
Caligo Vi De Boira, 100% Chardonnay botrytizado, 12 % vol. Penedés. DG Viticultors, invitación de la casa. Vino dulce, ligero, afrutado. Más que su nariz, lo que más sorprende es su ligereza, lo bien estructurado que está y su excelente relación alcohol-azucar. un excelente vino dulce.


Primero de todo se nos presentó una crema catalana acompañada de helado de avellana y una cuchara con helado de vainilla ambas correctas.
Continuamos un plato con diferentes postres clásicos, un mil hojas con nata, un Massini, una tarteleta de trufa e higos y una mouse de queso con confitura de higos casera e higos fresco, está de más y es redundante pero los higos eran de cosecha propia. Será por mi debilidad hacía los higos y su combinación de estos con el queso que es el postre que más cautivo. 
Todos y cada uno de los postres eran correctos basados en la pastelería tradicional, sabores conocidos. Tal vez el desafío en este apartado sea ser un poco mas arriesgado. Se percibe que la carta de platos está más trabajada que la carta de postres, creemos que será cuestión de tiempo que esto ocurra profesionalidad y saber hacer no falta en esta cocina.



Un café y unos petits “fours” (carquinyolis, rocas suizas, almendrados…), invitación de la casa fueron el final de la comida.

Para terminar

Ca L’Esteve cuenta con unas excelentes instalaciones y entorno, en verano podemos disfrutar de su terraza, de un parque infantil que lo hacen un lugar ideal para una comida en pareja, en familia, con o sin niños, para una celebración de cualquier tipo o para una comida de empresa o negocios, en sus salones privados.

Un servicio de sala profesional liderado por Esteve, que os aconsejará a las mil maravillas sobre la carta, los platos del día y los vinos, una de sus pasiones. Un equipo de sala con una atención hacia el cliente palpable en todo momento y una profesionalidad que queda de manifiesto en los emplatados y servicio frente al cliente, cosa que se encuentra a faltar en muchos establecimientos.

El Equipo de cocina, ejecuta a la perfección toda una serie de platos tradicionales de la cocina catalana, arropados por platos de cocina contemporánea y por otros de un equilibrado corte moderno. En todos ellos se percibe “un plus”, una marca de la casa que los hace muy especiales. El cariño por la cocina y por el huerto.

Hasta la próxima!, Esteve, Montse, Xesco.


 
Detalle del bar, restaurante de menús
Total de la factura: 92,61 €
Precio por persona: 46,30 €

Restaurant Ca l'Esteve Tel 93 775 56 90
Casetes de Ca n'Oliveró
ctra. Martorell a Terrassa km. 4,7
08755 Castellbisbal









18 comentarios:

  1. SE ME HA HECHO AGUA LA BOCA LEYENDO Y MIRANDO LAS FOTOS, SIN DUDA ENTRE MIS GANAS DE CONOCER A XESCO Y LO PUBLICADO NO PASARÁ DE FIN DE AÑO ANTES DE MI VISITA A ESTE LUGAR. GRACIAS FRANCESC POR DESCUBRIRNOS ESTOS PARAISOS... UN ABRAZO!!!!

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  2. Yo para esta república me pido el pasaporte, la nacionalidad y lo que haga falta!! :D

    Coincido contigo y también recomiendo muy mucho la visita a Ca l'Esteve!!

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    1. Y que tiene que ver la gastronomía con tu mensaje subliminal secesuionista.
      Ni para comer podeis dejar de dar la matraca.

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  3. Al final tendré que decidirme a una cena "con poco vino" o buscarme conductor abstemi@. Creo que optaré por esta última opción... :)

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  4. Realmente se ve muy bien el sitio y el precio es justo y redondo, desconocía por comlpeto la existencia de este restaurante en esta zona, y mira que paso veces pero sin duda alguna intentaré apsar algún mediodía para parar a comer

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  5. Por motivos profesionales me ha tocado comer con frecuencia en este restaurante. También lo he visitado acompañado de la familia. Y puedo recomendar su visita sin dudarlo.

    Sólo un pero, y solo uno, como bien señala usted señor Francesc: mientras la cocina se muestra actual sin dejar de ser catalana y tradicional... en el apartado de los postres cabría esperar algo más, me parecen de otra época.

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  6. La crónica relata refleja muy bien la experiencia que he vivido cuando visité Ca l'Esteve. Vale la pena visitarlo...

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  7. Tengo una especial vinculación sentimental con este restaurante, ya que era el restaurante favorito de mi abuelo (nos solía llevar a toda la família para celebrar su santo, o algún otro evento especial) Algunos de los primeros recuerdos "gourmets" que tengo són de Ca l'Esteve: la fantástica coca amb pà amb tomàquet, el bacalao a la miel sobre lecho de espinacas y la tarta de requesón. Cuando falleció mi abuelo, se perdieron las visitas rutinarias al restaurante, aunque he intentado acudir de vez en cuando, y una de las cosas que más me llamó la atención es el nivel de los vinos. Hace ya bastante tiempo que no vuelvo, tu post me ha despertado el gusanillo.

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  8. Una crónica excelente, muy detallista. Felicidades!

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  9. Hombre Manolo, no dejes de venir a vernos y saludarnos e tu espero pronta visita. Muchas cosas habrán cambiado desde los tiempos de nuestros abuelos pero la intención siempre es mejorar amigo mío.

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  10. Fui a comer ( dos comensales) con grandes expectativas vistas las recomendaciones : Un fiasco !.
    Raciones ridículas en relación al precio.
    Ensalada de habas tiernas, donde había que buscarlas enterradas en lechuga y bañadas (ahogadas) de aceite, ni siquiera de oliva. Después de quejarse de la cantidad, el jefe de sala se disculpa diciendo que era una ración para compartir entre dos. Nos cobró 2 raciones.
    Pierna de cordero ( un simple trozo de la rodilla de no más de 50 gramos ) donde los huesos una vez terminado el plato ocupaban más que la presentación. Debería de ser al menos melosa pero era fibrosa y la salsa sin ligar. Sin acompañamiento.
    Postre : hojaldre de almendras. Creíamos que eran "las miñardices" para acompañar el café.
    Indigno exponente de una cocina catalana que alberga el mejor restaurante del Mundo.
    Decoración : Periplo por una masía re-decorada. Antes de entrar en el comedor, después de pasar por otro vestibulo con colgajos de camisetas de equipos de fútbol polvorientas y subir por una escalera decorada por botellas de vino Magnum a lado y lado sin el mas mínimo sentido de bodega y por supuesto de gusto decorativo.
    Mención especial merecen los sofás del vestíbulo del peor gusto.
    Vino recomendado ( dicen de elaboración propia) ni siquiera digno para guisar un estofado.
    Precio total 50 EUR por persona. Relación precio / cantidad / calidad: nos ha parecido un insulto al paladar y al bolsillo. Evidentemente no volveremos ni lo podemos recomendar.
    Había estado en este restaurante hacía unos 15 años y guardaba un buen recuerdo, por lo que tengo que concluir ( si es un negocio familiar ) como una generación puede estropear el trabajo del buen hacer de las generaciones que le preceden.
    Un detalle positivo : Magníficas vistas del Bajo Llobregat.




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    1. Hola Anónimo,
      No me creo sus palabras. Conozco el restaurante Ca L'Esteve y a su gente y no puedo creerme lo que escribes. He comido de menú allí, he desayunado varias veces, conozco la cocina de Xesco y el servicio del restaurante y lo que comentas no me cuadra en absoluto.
      ¿Ha visitado usted sus instalaciones? ¿Sabe que la lechuga que se comió viene de su propio huerto? ¿Vió que justo al aparcar la pequeña bodega donde elaboraran su vino está enfrente? Infórmese por favor antes de dejar un comentario que pueda hacer daño al restaurante.
      Conozco al jefe de sala y me extraña que no le dejara claro todo lo que comía y dejaba de comer. La humildad radica ampliamente en esta casa y me extraña que le dijeran una cosa y le cobraran otra. No puede ser verdad.
      Y si la decoración no es de su agrado, no se regodee con ella. ¿Cree usted que la decoración de su casa le gusta a todo aquel que la visita? ¿Cree usted que a mí me gustarían los sofás de su casa? Seguramente no.
      Si no le gustó el sitio, me parece bien: no vuelva. Pero no se explaye ni insulte a la familia que pueda estar detrás luchando día a día. No creo que a usted le gustara que además de criticarle a su persona le criticaran a los suyos. Por favor, un poco de respeto por el trabajo que realizan otros.
      Y la próxima vez, identifíquese por favor. Opinar desde el anonimato es una actitud cobarde.

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  11. ¿50 grs de carne por ración? Esto, en serio...¿50 gramos? Juas, simplemente no me lo creo. Me temo que le ciega la pasión.
    Y el 'dicen' que elaboran su vino también es enternecedor: 'dicen', lo dicen ellos claro. Lo dicen los que ponen 50 grs de carne por ración. A saber si será verdad que realmente lo elaboran¿No? XDDD

    Nunca he pasado hambre en Ca l'Esteve y lo que comí siempre me gustó. Cuando vienen de visita mis padres (una vez al año) vamos a comer allí, no identifico este comentario con lo que yo he vivido muchas veces.

    Y para terminar, la decoración no me parece muy relevante, porque es como los culos y/o los comenatarios: los hay para todos los gustos y algunos huelen raro.

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  12. La experiencia personal ha sido buena siempre que he ido, y las raciones han sido correctas... La relacion calidad precio me ha parecido dentro de lo que son la restauranción en las masias.
    Puede que usted haya tenido, ya de partida, algún problema puntual y que de allí en más "el árbol le impida ver el bosque". Recuerdo que en una ocación en un restaurante de una estrella Michelin tuvimos un pequeño altercado al incio de la cena. Nos negaban la posibilidad de hacer fotos de los platos, ante mi decisión de retirarme del local la directiva autoriza la toma de fotos... Hasta el día de hoy me arrepiento de no haberme ido fue la cena más cara y peor de mi vida.
    A la distancia confieso que la mayoría de los platos no eran malos pero a mi me supieron mal. Indudablemente a día de hoy, hay cosas que me siguen sin gustar de aquel restaurante que en su día hostento una estrella.

    Yo creo que aqui ha pasado lo mismo.

    Ir con grandes o grandísimas expectativas a un restaurante de concepto: masía creo yo que no es lo más adecuado, ahora ir con esas expectativas a Mugarit o Arzak me parece la cosa más acertada. Básicamente porque cada sitio tiene su target y he de saber en cada sitio que me voy a encontrar...
    Dentro de lo que es la restauranción en macias catalanas creo que en una cocina de los más correcta con algunos puntos inovadores que pueden ser difíciles de asumir por los comensales que frecuentan los restaurantes de macías.

    Sobre la decoración de restaurants de macias se podrían escribir tantos libros como gustos...

    Sergio Musso

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  13. Los comentarios del Anónimo anterior creo que no deberían estar autorizados en ningún blog.
    Primero, porque no existe firma ni autor, con lo que el comentario puede venir del restaurante de al lado o del vecino de arriba o por el proveedor que ya no provee o por un empleado que ahora luce un ex en la proa.
    Segundo, porque cualquier comensal que se haya sentado a la mesa de Ca l'Esteve jamás se creerá estas afirmaciones.
    Y tercero, porque por muy mal que uno haya comido en un restorán, no se puede escribir con tanto rencor.
    Personalmente, no me creo que el aeñir anónimo de haya sentado a la mesa de este restorán y mucho menos que sepa de comida. Si acaso, me envía usted, señor anónimo, la factura escaneada a mi email pantxeta.d@gmail.com y ya, si eso, me retracto de lo dicho y le invito a usted a comer, pero de verdad, en Ca l'Esteve.
    Salut!

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  14. Anonadado me he quedado al leer la apocalíptica experiencia vivida por uno de los lectores o lectoras (que el no dar la cara es lo que tiene) de este blog... sobretodo porque yo estuve en Ca l´Esteve hace un par de semanas y disfruté de una comida deliciosa y de raciones más que correctas.
    Lo que más me chirría de la traumática experiencia es que no solo sufriste en tus carnes la comida del restaurante, no, además sufriste el mal gusto en la decoración... y la ONU sin intervenir, malditasea!!!!
    Sinceramente, amigo/a anónimo/a, me parece que tus fobias-manías-odios te han podido al redactar el comentario; visita de nuevo Ca l´Esteve libre de ellos y disfruta... saldrás ganando, sin duda.

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